Aug 2, 2015
Había una vez una
ostra muy triste, porque se le perdió su perla. Ella le contó su
pena
al pulpo. El pulpo
se lo contó a una sardina, la sardina se lo contó a un cangrejo y
el
cangrejo se lo contó
a un ratón que andaba merodeando por la playa.
–Pobre ostra –dijo
el ratón–, es preciso encontrar algo que...